Título: Un día en la vida de Tintoretto
El lienzo de TintorettoThierry Maugenest
Texto adaptado
Lee atentamente el siguiente texto y después contesta a las preguntas.Abril de 1564
Jacopo Robusti, llamado Tintoretto, había estado trabajando en su
cuadro todo el día y gran parte de la noche. Exhausto, cayó dormido sobre un
sillón de su taller sin tomarse siquiera la molestia de desnudarse. La irrupción
repentina de la primavera en su casa lo despertó al día siguiente por la
mañana. La suave brisa procedente de la laguna, que golpeaba una ventana mal
cerrada, le recordó de pronto que al otro lado de las paredes de su casa
existía otra vida, perfumada, llena del sol y del canto de los hombres.
Entreabrió los ojos, estiró las extremidades entumecidas por el sueño,
se dirigió hacia la luz, apoyó las manos en el antepecho de la ventana y
absorbió con todo su cuerpo la nueva estación que acababa de tomar posesión
de la ciudad.
Desde su taller, podía abarcar toda Venecia con la mirada. Estaba
amaneciendo. Los comerciantes que a esa hora abrían sus tenderetes se
saludaban, se llamaban, celebraban la dulce brisa. Como él, los venecianos se
asomaban a las ventanas. “Se nota el efecto de la primavera -pensó- ;
florecen las casas y todos esos cuerpos que han permanecido escondidos
durante el invierno”.
Dirigió la mirada más lejos. Toda la ciudad resplandecía al sol. Los
mármoles rosados y los blancos de Istria se devolvían los primeros rayos del
LECTURA
alba. Con placer admiró la esbelta línea del campanario de Santa Maria dei
Frari, muy cerca de su taller. Más al sur resonaba ya una gruesa voz de
bronce, lanzando al vuelo una bandada de aves marinos. “Ahí está la
Marangona, -se dijo- la campana de San Marcos, que señala el inicio de la
jornada de trabajo”.
Sonrió. Amaba su ciudad. Profundamente. Saboreaba incluso los efluvios
de moho y esa humedad que las nubes de tormenta traían a veces. Pero sabía
que no podía quedarse allí contemplando la ciudad. A su espalda, Cristo, la
Virgen y San Juan Bautista lo esperaban en su tela. Se volvió hacia ellos, los
velaba como una madre a sus hijos. Amaba la compañía de lo sagrado.
Volvió a cerrar la ventana y se dirigió hacia el caballete. Preparó los
óleos y los pigmentos, cogió un pincel y observó atentamente el cuadro. Tenía
que terminar el cuadro que había prometido entregar al día siguiente a la
iglesia de la Madonna dell Orto y nada debía apartarlo de su tarea.
1¿En qué siglo vivió el pintor Tintoretto?
2. ¿A qué estación del año corresponde la descripción del texto?
3. ¿En qué ciudad trabajaba el pintor italiano?
4. ¿Qué dos expresiones te ayudan a identificar en qué momento del día tiene
lugar la escena descrita en el texto?
5. ¿A qué se refiere el autor cuando dice “resonaba una gruesa voz de bronce”
6.¿Cómo se llama la campana de la Basílica de San Marcos en Venecia?
7.¿Tenía prisa Tintoretto por acabar el cuadro?
8.¿Quiénes aparecen en el cuadro que está pintando Tintoretto?
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